Hace unos meses, hubo diversas medidas destinadas a controlar el precio del gas; como el famoso tope de gas y un IVA reducido en las facturas. ¿Y cómo estamos ahora mismo? Pues con un precio bastante superior al que estábamos cuando se aplicaron estas medidas correctoras. Concretamente ahora mismo su precio se encuentra casi a 60€/MWh que implica una subida de más del 14%.
El contexto de invierno en el que nos encontramos no ayuda, ya que la previsión es que el precio siga yendo en aumento debido a las bajas temperaturas y su consecuente aumento de la demanda por parte de los hogares.
Es importante destacar, que este invierno ha habido un gran consumo de gas y esto ha implicado – a nivel de toda Europa – que los almacenes de gas están bastante por debajo del mínimo esperado para lo que queda de invierno (por debajo del 50% de su capacidad).
Las repercusiones de la situación actual son varias; para empezar Europa deberá comprar gas para poder sustentar a la población europea y este gas tendrá un precio de salida bastante elevado debido al momento en que nos encontramos y se deberán plantear hacer negocios de nuevo con Rusia, teniendo en cuenta que Ucrania no utilizara sus canales para el paso de gas desde Rusia. Con toda esta situación, solo podemos esperar para ver la evolución del frío y de las transacciones políticas ante un almacenaje de gas bajo mínimos.